Cómo ser un líder: Habilidades, formación y entorno Estratégico

Inteligencia emocional y social, habilidades de negociación, liderazgo, empatía, competencias digitales… estas son solo algunas de las cualidades que debe tener todo directivo de una empresa.

Pablo Burgué, director de Factoría de Talento, trabaja con jóvenes que están en su periodo universitario, y que seguramente, en un futuro, serán directivo/as y grandes líderes, pero lo que más les interesa es que sean buenos profesionales en sus primeros pasos en el mundo laboral.

En este sentido, trabajan con los jóvenes tres macro competencias:

1. La capacidad de adaptación (a una gran diversidad de personas, situaciones, funciones, etc.)

2. La proactividad (impulsando su energía personal y canalizándola de forma efectiva)

3. La gestión de las relaciones (para construir espacios de comunicación eficaces y sostenibles)

Desde Factoría de Talento consideran que es esencial trabajar con los jóvenes estas habilidades en su etapa académica, porque “será mucho más difícil hacerlo más adelante, cuando las dinámicas organizacionales y los hábitos adquiridos dificulten más los procesos de aprendizaje”.

Por este motivo, he querido preguntarle a Pablo Burgué por la formación y las capacidades directivas. Según él, cualquier directivo/a tiene dos grandes ámbitos de responsabilidad: las tareas y las personas. Y esto es lo que ha de impulsar su formación.

La excelencia en la gestión de las tareas suele estar vinculada a la disposición de conocimientos técnicos específicos, relacionados con el área de trabajo: marketing, finanzas, operaciones, etc. Pero esta excelencia debe incorporar formación específica en dirección de personas y liderazgo”, destaca Burgué. Además, “en función del nivel de responsabilidad, es posible que un/a directivo/a deba incorporar conocimientos muy transversales: entorno de mercado, estrategia de negocio, etc”.

Los ejes fundamentales en la formación directiva

Nuestro docente del Máster Oficial en Dirección y Gestión de Personas de la Escuela de Negocios y Dirección – ENyD, Sergio Edú Valsania, destaca cuatro ejes fundamentales en la formación directiva:

1. Capacitación Técnica en el área de negocio

2. Capacitación Emocional, Liderazgo y desarrollo del talento

3. Competencias Digitales

4. Idiomas, cultura y protocolo internacional para los negocios

Concretamente, existen tres áreas primordiales en un directivo:

• Capacidades de gestión
• Capacidades de organización
• Capacidades individuales

Según ha definido Edú Valsania, las capacidades de gestión se refieren a la aplicación de conocimientos y técnicas necesarias para poder realizar una actividad de la organización. Las capacidades individuales son aquellas que implican exclusivamente el propio control de uno mismo, tanto a nivel emocional como cognitivo o de gestión.

Y las capacidades de organización o interpersonales son aquellas que permiten a la persona que ostenta el mando trabajar como miembro de un equipo, interaccionar eficazmente con las personas y dirigir el esfuerzo colectivo al logro de los objetivos de la empresa, considerando la dimensión humana y emocional de los trabajadores. Tienen que ver con la creación de estructura, flujo de trabajo y control del mismo.

Además, existen dos tipos diferentes de habilidades. Por una parte, las que son específicas del siglo XXI y por otro, las que se han tenido que ir adaptando a los nuevos cambios tecnológicos y a la revolución digital, las TICs, internet, nuevas formas de comunicación, marketing y ventas… Los directivos necesitan dominar estas herramientas y aprovecharlas para hacer crecer el negocio.

“Esto no era necesario a principios del siglo XX, pues no teníamos estas tecnologías, pero hoy día es tan importante como saber leer”, afirma el docente de ENyD. No obstante, surgirán nuevas herramientas y nuevas tecnologías, por lo que “los directivos siempre necesitarán estar en continua actualización si quieren ser un ejemplo de apoyo para sus colaboradores”. Y esto ya no tiene marcha atrás: “los nuevos directivos deberán ser un ejemplo de aprendizaje y reciclaje continuo”, resalta nuestro docente de RRHH.

Para Pablo Burgué, “las habilidades directivas han ido evolucionando a medida que el mundo empresarial se ha ido convirtiendo en más completo y dinámico”. En este sentido, afirma que “habilidades como el liderazgo, la gestión de la incertidumbre, la toma de decisiones o la comunicación, siempre han sido importantes en la gestión de empresas, aunque haya evolucionado el significado de excelencia en el desempeño de cada una de ellas.

En este aspecto, matiza lo siguiente: “El liderazgo actual es muy diferente al liderazgo de comienzos del siglo XX. No sé si hay nuevas competencias directivas, pero obviamente, en un mundo global y tecnológico que evoluciona a gran velocidad, hay algunas habilidades directivas que antes podían no ser tan necesarias y que ahora son imprescindibles, como la gestión de la diversidad, la gestión del cambio, etc.

¿Qué debe tener un líder auténtico?

Para Pablo Burgué hay una distinción clara entre dirigir y liderar. Según Burgué, “un/a buen/a director/a es aquel que define bien los objetivos y los planes de acción para conseguirlos, logrando que el equipo esté alineado para lograr la eficiencia”. Por su parte, indica que “un/a buen/a líder es aquel que inspira, impulsa y hace creer”.

“Necesita, en mi opinión, generar confianza, desde la coherencia entre lo que dice y lo que hace, y desde la consistencia de sus comportamientos. Hay grandes directores que son pésimos líderes, y hay otros que son estupendos líderes pero no destacan por sus habilidades de dirección. De hecho, hay líderes excelentes, que tienen una enorme ascendencia en los equipos, y que son los remeros más humildes del barco, sin ninguna función directiva”, matiza Burgué.

4 claves que debe tener un líder auténtico

Sergio Edú Valsania estas son las cuatro claves fundamentales que debe tener un Líder Auténtico.

1. Consciencia de sí mismo. Este aspecto supone conocer las fortalezas, áreas de mejora, valores y motivaciones propias, así como los aspectos contradictorios, sesgos y mecanismos de defensa. También implica ser consciente de cómo los actos y comportamientos propios influyen de forma decisiva en los colaboradores y en el contexto organizacional.

2. Procesamiento equilibrado de la Información. Se refiere a que los líderes auténticos analizan objetivamente datos y hechos, tanto externos como relacionados con ellos mismos, a la hora de tomar una decisión, no sesgando sus percepciones y decisiones por motivos de autodefensa, autoensalzamiento y/o autoprotección.

Este componente también va a suponer la selección activa de situaciones que aportan información. Los líderes no auténticos suelen buscar oponentes inferiores y evitar situaciones que pueden invalidar sus competencias, sin embargo, los líderes auténticos buscan activamente información tanto confirmatoria como desafiante de las capacidades propias, generando así situaciones con alto potencial de desarrollo. Las conductas que reflejan esta competencia también suponen solicitar y analizar puntos de vista contrarios a las opiniones propias para poder tomar una decisión.

3. Conducta ética. Esta habilidad hace referencia a que los comportamientos de los líderes auténticos están sustentados por criterios morales y éticos frente a las posibles presiones grupales, sociales u organizacionales, resultando en acciones dirigidas en todo momento a servir a los intereses colectivos, a veces en conflicto directo con los propios intereses personales.

Además, estos líderes también han de mostrar un compromiso genuino hacia un crecimiento sostenible de las organizaciones y la sociedad, así como actos de apoyo para que los colaboradores se comporten de igual modo, creando un clima y procesos de trabajo que fomenten su responsabilidad.

4. Transparencia relacional. Los líderes auténticos comparten abiertamente la información y estimulan a que sus colaboradores hagan lo mismo. También supone admitir los errores cuando se cometen, animar a cada persona a expresar su opinión y decir en todo momento la verdad, aunque sea dura. Esta dimensión también se refleja por medio de conductas que animan y refuerzan a los miembros del grupo a «criticar» y sugerir formas de mejorar aspectos del trabajo. De este modo, la transparencia relacional junto al procesamiento equilibrado permitirían el aprendizaje y desarrollo de individuos y grupos. Al modelar esta habilidad en todos los niveles de la organización, los líderes auténticos crean una cultura de apertura que es la que permite el contexto de aprendizaje.

Por último, les he preguntado a ambos expertos qué habilidades debe tener un líder y han destacado unas cuentas. Así que coge papel y boli y apunta las 18 habilidades más importantes para Pablo Burgué y Sergio Edú Valsania:

1. Gestión del Cambio

2. Gestión de la Diversidad

3. Impacto e Influencia

4. Gestión de Conflictos y Resolución de Problemas

5. Escucha activa

6. Gestión del Estrés

7. Disposición al aprendizaje

8. Creatividad

9. Gestión de la energía personal

10. Capacidad de Análisis

11. Autoconocimiento y autorregulación emocional

12. Gestión del tiempo

13. Comunicación eficaz de instrucciones

14. Delegación de tareas y capacitación de colaboradores

15. Proporcionar Feedback y hacer confrontaciones

16. Diseño y coordinación de equipos de trabajo

17. Conducción de Reuniones

18. Planificación estratégica e innovación

Recuerda que lo/as nuevo/as directivo/as deben ser un ejemplo de aprendizaje y reciclaje continuo así que no lo dudes, apuesta por la formación continua y entrena constantemente tu manera de liderar.

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