Ventajas de trabajar con freelances y claves para su contratación

¿Qué ventajas tiene su contratación?

 

Los costes operativos son menores. Los costes necesarios para desarrollar el trabajo correrán de su cuenta: equipos informáticos, software, conexión a Internet. Tampoco tendrás que pagar su afiliación a la Seguridad Social. 

 

Su punto de vista puede enriquecer el proyecto. Los freelances están acostumbrados a trabajar con distintos clientes del sector y por lo tanto tienen una visión más global del mercado. Su experiencia y formación pueden aportar mucho más de lo que imaginas al proyecto.

 

Más tiempo para atender otras cuestiones. Contratar servicios externos puede ayudar a que el personal de la empresa enfoque su atención en otras tareas más urgentes y, por tanto, que el trabajo vaya saliendo a un ritmo superior, de acuerdo con las necesidades de crecimiento que tiene la empresa. 

 

Motivación y responsabilidad. Al depender de ellos mismos, los autónomos suelen ser personas altamente motivadas y muy responsables con su trabajo. Además, podremos contactar con ellos de manera directa, sin intermediarios, y de forma más rápida que si lo hiciéramos con una gran empresa altamente jerarquizada. 

 

Un colaborador a largo plazo. La colaboración continuada y el buen entendimiento pueden generar sinergias muy positivas, así que el freelance podría pasar a formar parte de una sólida cartera de colaboradores dentro de nuestra empresa. 

 

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Aspectos a tener en cuenta a contratar freelancers

 

Firma de contrato. El freelance puede solicitarte la firma de un contrato de colaboración para el plazo que determinéis conjuntamente. En este tipo de contratos se especifican cuestiones como el tipo de servicio a prestar, la modalidad, los plazos de ejecución, la remuneración y la manera de realizar el pago. Este contrato puede tener una extinción o cláusulas de rescisión bien determinadas. Ten en cuenta que judicialmente un contrato puede entenderse como tal aunque no esté escrito. Los pactos verbales pueden ser válidos, siempre que el autónomo pueda demostrarlo a través de las comunicaciones electrónicas, un presupuesto aceptado o un testigo que estuviera presente en el momento del acuerdo.

 

Explicación del proyecto. El autónomo o freelance no tiene por qué conocer con detalle las características del trabajo que deseas encargarle. Dedica tiempo e interés en explicarle en qué consiste y cómo quieres exactamente que se lleven a cabo las tareas. Transmite tus ideas de manera clara y demuestra tu pasión por el proyecto: solo así conseguirás que él también lo sienta como propio. 

 

Plazos de entrega asumibles. Un trabajo hecho con prisas suele ser un trabajo deficiente. Deja que el freelance ejecute su tarea con tiempo. Si necesitas una entrega más rápida, intenta darle una explicación razonable.

 

No exijas un precio, pregunta por sus honorarios. A la hora de manejar presupuestos siempre nos parecen más atractivos los que son más económicos. Cuando las personas trabajan bajo presión y por un precio que no les parece justo, los resultados acostumbran a ser mediocres. Pregunta por sus precios y negocia una solución que sea realmente buena para ambos. 

 

Déjate asesorar. Como te indicábamos, los trabajadores freelance tienen una visión más global del sector en el que trabajan. Por ejemplo, si vas a contratar a un profesional para escribir en el blog, es muy probable que tenga más conocimientos que tú sobre estrategias comunicativas en Internet. Escucha sus opiniones y confía en él. Su experiencia podría aportar al proyecto ideas más ricas y creativas. Y al final, lo agradecerás. 

 

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