ambiente de trabajo
Trabajar el miedo al error en equipo
Debes aprender a trabajar el miedo al error con tu equipo de trabajo, transmitirles confianza y aprender del error para hacerlo mejor la próxima vez
Miedo, en los equipos lo hay. A veces es un miedo tan sutil que casi ni se percibe porque además se disfraza de otra cosa. Sin embargo, independientemente del tipo de disfraz, lo que suele haber debajo es miedo al error.
¿Hay alguien con una exigencia excesiva en el equipo? ¿Quizá a alguno/a le cuesta tomar decisiones? ¿Ves que alguien es súper crítico con los errores de los demás? Varias versiones de lo mismo. Del miedo al error.
Nos da pánico equivocarnos, queremos ser perfectos todo el rato porque cuando fallamos nos sentimos vulnerables y por lo general eso no nos gusta. Tu sistema, que quiere básicamente que sobrevivas, no está nada cómodo cuando se siente débil. El león te puede comer si eres vulnerable.
Esto está muy bien para la época de las cavernas pero a día de hoy ya no funciona. Si tienes personas en el equipo con miedo a equivocarse o tú mismo/a lo tienes, necesitas poner el fallo a tu favor, no en tu contra.
Absolutamente todos los seres humanos nos equivocamos, así que es absurdo que pretendamos ser perfectos. Sé que esta frase, suena a perogrullada porque está requeté usada pero, ¿la tenemos interiorizada realmente? Porque tanto en las sesiones de coaching individual como de equipo, veo que no.
Va, repítelo otra vez, TODOS NOS EQUIVOCAMOS, sí, sí, tú también.
Por eso, para trabajar el miedo al error en el equipo o contigo mismo hay dos claves que para mí son fundamentales:
1. Transmitirles o trabajar mucho contigo mismo/a (si eres tú el que tiene miedo a fallar) la idea de que “Lo importante no es que la líes sino que intentes desenredarlo”
Personalmente no me importa tanto que se equivoquen como que haya actitud de intentar realmente solucionar el marrón. Demuestra proactividad y resiliencia. Dos actitudes bien de necesarias para trabajar en equipo.
2. Cuando alguien o tú mismo la lías, solo hay dos preguntas fundamentales a hacerse:
- ¿Qué ha pasado?
- ¿Cómo podemos hacerlo mejor la próxima vez?
Ya está. No hace falta buscar culpables, ni fustigarse por lo mal que lo hemos hecho, ni recrearnos en lo horroroso que está todo. Sencillamente piensa de la forma más objetiva que puedas en lo que ha pasado para intentar que no vuelva a suceder. Con el error no sirve la culpa, solo sirve el aprendizaje.
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Melisa Terriza, es experta en desarrollo profesional y personal de líderes de equipo.
